domingo, 18 de marzo de 2012

Actos sobre el futuro de la Investigación

El evento en facebook de los actos es este:  http://www.facebook.com/search/results.php?q=%23mareanaranja&init=quick&tas=0.787905916164742#!/events/369358986429126/

Convocatorias:

- Miércoles 21 de marzo: ACCIÓN POR EL FUTURO DE LA INVESTIGACIÓN. 16h en el Hall del Edificio de Biología y Ambientales de la UAM o 17h en la Puerta del Sol.
Iremos ataviados con batas, gafas y utensilios de laboratorio, pidiendo dinero simbólicamente para la investigación. También explicaremos a la gente cómo está la situación de la investigación, y leeremos las reivindicaciones básicas de las y los investigadores.

sábado, 17 de marzo de 2012

Me duele la situación de la investigación en España

Extraído de El Mundo.
 El caso de Susana Frases es el de una investigadora dolida con la situación de su profesión en España. Para esta alicantina de 35 años, dedicarse a sus dos grandes pasiones, la investigación y a la docencia, supuso dejar atrás a familia, amigos y país para labrarse un porvenir en el extranjero.
"Hay una mezcla de impotencia y dolor por no poder devolver a tu país lo que ha dedicado en formarte, por tener que marcharme con un doctorado bajo el brazo porque, después de los esfuerzos, en España no tienes opciones... y, sobre todo, porque tienes que dejar a tu gente", explica Susana.
Licenciada en Biología por la Universidad de Alicante, se doctoró en la Universidad Miguel Hernández estudiando la epidemiología molecular del Cryptococcus neoformans, "un hongo patógeno humano que afecta especialmente a millones de personas inmunodeprimidas a nivel mundial", explica Susana.
Este trabajo le valió para que su directora la recomendara investigar este hongo en EEUU. Sopesando la oportunidad, y con intención de volver a los dos años con más experiencia, Susana se puso en contacto con el doctor Arturo Casadevall, "que trabaja en un laboratorio estadounidense estudiando este hongo con la intención de encontrar vacunas eficaces. Pensaba que a lo mejor ni me respondía, pero, para mi sorpresa, a las dos horas ya tenía una contestación suya invitándome a trabajar con él".
Así, la siguiente parada profesional de Susana fue el famoso Bronx (Nueva York, EEUU). Una etapa que esta investigadora recuerda como la más "dura" de su carrera profesional. "Llegué en 2004 cargada de ilusión y vocación, pero era yo sola en otro país, sin tu familia, tus amigos y sin saber nada de inglés", explica.
"La suerte es que en el Bronx la gente te acoge muy bien, hay muchísimas personas de distintas nacionalidades y, aunque el americano no es de mantener relaciones sociales después del trabajo, todos ellos me ayudaron a adaptarme mejor, sobre todo los brasileños", comenta.

Nueva vida en Brasil

¿Y qué pasó con la idea de volver a España? "Antes de marcharme mi pensamiento era el de hacer currículum y volver para opositar como profesora universitaria, que era el sueño de mi vida", relata Susana. "Pero cada año que pasaba me daba cuenta que la vuelta era imposible a no ser que quisiese ser monja o futbolista, que es donde el gobierno no recorta los gastos", ironiza.
"El apoyo a la investigación en España por parte de los gobiernos, del color que sean, es nulo. No hay ayudas, no hay visión de futuro y cada año que pasa hay más recortes. Las investigaciones llevan su tiempo y el dinero que se invierta en ellas termina volviendo con creces a la sociedad si se sabe aprovechar, pero esto en España parece que no interesa. Sin embargo, en países que a la ligera calificamos de tercermundistas, como es el caso de Brasil, ven esto con más claridad que España".
Y pone como ejemplo Brasil porque es allí donde trabaja desde el año 2008. Sobre este país Susana destaca, en materia investigadora, "la fuerte apuesta que están haciendo por ella desde que estaba el gobierno de Lula Da Silva. Es el país latinoamericano donde más dinero se está invirtiendo en investigación. Y para ejemplo, mi propia experiencia, cuento con financiación y personal para estudiar en un campo que en España sería imposible desarrollar", destaca.
Cuando estaba en EEUU le ofrecieron la oportunidad de ir a Río de Janeiro para colaborar en la creación de un laboratorio de Biotecnología en el centro de investigación de Metrología y Cualidad Industrial (Inmetro). Empezaba de cero, pero el reto la tentó y contaba con la posibilidad de volver al Bronx si no le gustaba. "En EEUU me ofrecieron volver si en Brasil no me sentía bien, pero me quedé. La idea era seguir trabajando con hongos, y aunque no he dejado de lado los patógenos, ahora tengo la posibilidad de centrarme en otro campo", explica.
"A la vez que estudiaba los hongos patógenos, era coordinadora de un proyecto de degradación de celulosa para la producción de bioetanol. Es decir, aislamos hongos de distintos ambientes y los testamos para estudiar su capacidad degradando la celulosa presente en los desechos de la caña de azúcar. Con ello, producimos azúcares simples, los cuales son fermentados para producir bioetanol de segunda generación".
Mientras ponía en marcha este laboratorio, Susana pudo por fin cumplir su segundo sueño: ser profesora. "Se presentó la oportunidad de opositar para una plaza en la Universidad Federal de Río de Janeiro, en el Instituto de Biofísica Carlos Chagas Filho, y la conseguí. Ahora puedo cumplir mi objetivo dando clases a médicos, enfermeras y demás especialistas de la salud", dice sin ocultar su alegría.
"Aunque es duro no poder ver a mi gente siempre que me gustaría, ya me he acostumbrado a viajar a España en las fiestas y mi vida está aquí", comenta. "Si tuviese que resumir mi experiencia sería de agradecimiento a los brasileños que me tratan como si fuera parte de su familia. Y también a Brasil, que me ha dado la felicidad profesional que no me ha proporcionado mi país".
Extraído de El Pais.
 David Pozo (Sevilla, 1969) dirige desde el Programa Andaluz de Investigación en Nanomedicina. Ha vivido en tres continentes (Asia, Europa y América) y colabora profesionalmente con entidades de medio mundo, donde comprueba que Andalucía se ha hecho un hueco importante en investigación biomédica, pero tiene mucho que aprender de otros modelos. Y teme que si la crisis detiene la apuesta por este sector, el trabajo de estos años se perderá.
Pregunta. Hace unos años el binomio Investigación Biomédica-Andalucía no existía. Hoy parece estar en todas partes. ¿Cuál es la situación real?
Respuesta. Lo principal es que Andalucía ya cuenta. Cuando estás con colegas en reuniones nacionales o internacionales, todos te transmiten que aquí se están haciendo cosas. Ha habido un despliegue de infraestructuras muy importante y un gran esfuerzo en captación de recursos. Hace cinco años un investigador solo se planteaba irse a Madrid, Barcelona o el País Vasco. Estamos captando profesionales incluso con ofertas económicas inferiores a las que tienen, pero se vienen porque les interesan nuestros proyectos. Eso antes era impensable. Hace diez años los profesionales muy buenos de Andalucía eran como islas. Ahora es todo el sistema. Hay datos objetivos. La primera oficina de registros de patentes de España en biosalud es la oficina del sistema sanitario público andaluz.
P. ¿Cuáles son los grandes atractivos del sistema andaluz?
R. Las condiciones son semejantes en otros sitios, pero en Andalucía sí que hay una estrategia más global. Si estás haciendo investigación biomédica, aquí hay un sistema sanitario público con instrumentos en investigación que te facilitan hacer cosas que no puedes hacer en otros sitios. Por ejemplo, el sistema de bancos o de colaboraciones. En otros sitios eso no ocurre.
P. ¿Cuál fue la clave del cambio?
R. Es cuestión de euros. Si aquí alguien decide en un momento dado que quiere potenciar la investigación biomédica en determinadas facetas y pone las herramientas en infraestructura, en dotación presupuestaria y en medios humanos, ya lo tienes.
P. ¿Cuáles son las carencias más importantes?
R. La gran carencia que tiene en general el sistema en toda España es la incertidumbre. La actividad científica en España está sometida a una variable de incertidumbre mucho mayor que en el resto de Europa. Y eso es casi incompatible con la actividad científica, que requiere una visión a medio y largo plazo. Nosotros aquí siempre tenemos dudas de qué va a ocurrir dentro de dos o tres años. No hay una ruta clara de cuáles son las reglas del juego y de que, si las cumples, vas a seguir. Pero ni aquí ni en ningún sitio de España.
P. ¿Queda al libre albedrío de cada Administración?
R. Sí. Y el problema es que cada Administración reinventa la rueda cada cierto tiempo y eso genera incertidumbre. Se suple a base de mucha ilusión, pero yo que he trabajado bastante tiempo en el Reino Unido, allí nadie se plantea cada dos años cuál es la política científica. Aquí de repente aparecen y desaparecen ministerios o se esfuman dotaciones comprometidas para cofinanciar centros.
P. Los investigadores jóvenes se quejan mucho de tener que salir fuera para trabajar, ¿eso es también una carencia?
R. Si un investigador se queja de tener que salir fuera no es un investigador. La ciencia requiere de tener que salir fuera y de incertidumbre laboral. Cuando lamento la incertidumbre me refiero a reglas de juego y sostenimiento de la actividad. El problema es que la ciencia en España está muy constreñida a un modelo funcionarial y eso solo tiene dos salidas: la Universidad y el CSIC. Hubo un movimiento positivo hace cuatro o cinco años con las fundaciones, que han servido para tener un modelo más flexible de contratación. Pero con la crisis son las que corren más riesgos.
P. Pero la movilidad laboral cree que sí es positiva.
El drama es que tengas 37 años y no haya herramientas para contratarte
R. Yo no quiero a un investigador que tenga 25 años y no quiera moverse de aquí. Porque eso significa que la persona anda corta de motivación y eso es malo para la actividad científica, que necesita mente flexible y gente echada para adelante. El problema es que, una vez que el joven se va, la única manera de volver al país es con una plaza en una Universidad o en el CSIC. En la Universidad castran a los buenos investigadores porque les cargan de clases; y en el CSIC no hay plazas. No hay figuras contractuales flexibles desligadas del funcionariado.
P. Otra de las grandes quejas es la precariedad laboral, ¿la hay?
R. Si por precariedad entiendes que un recién licenciado de 23 años pretende estar siempre trabajando en su ciudad, sí que la hay. Pero creo que entonces se equivoca de planteamiento. En los grupos competitivos yo creo que no hay tanta precariedad. Captan a gente buena, con cuatro años de una beca postdoctoral, luego dos años con un contrato en una universidad extranjera, luego otros cuatro o cinco años con otros tipos contratos establecidos. El drama es que con 37 años tengas buen currículum y no haya herramientas ni contractuales ni financieras para contratarte que no sea hacerte funcionario. Eso no pasa en ningún país del mundo, solo aquí.
P. La crisis puede suponer pasos atrás en lo conseguido?
R. En otros sitios de España, los recortes de financiación de investigación están siendo duros. Y veremos aquí. En mi opinión, si Andalucía no continúa manteniendo la apuesta por la investigación, el trabajo que se ha hecho hasta ahora se destruirá a una velocidad abismal. Que nadie piense que las estructuras se pueden mantener sin tocarlas dos o tres años, cerrar centros y cortar fondos y luego retomarlos cuando la cosa mejore. El daño que a la comunidad andaluza le hace un retroceso así es brutal. La marca de imagen cuesta mucho trabajo fabricarla y esa marca es fundamental en la investigación, pero se destruye muy rápido. Y costaría el doble de tiempo y de dinero volver a donde estamos.
P. Pero por lo que se ve en otras comunidades la investigación es uno de los sectores en los que primero se recorta.
R. En Aragón y Valencia los recortes son brutales. En Cataluña también.
P. El ciudadano puede entender mejor que se cierre un laboratorio a que le quiten una prestación médica.
R. Y yo lo entiendo. Como ciudadano, entiendo que si hay que cerrar un centro de atención primaria o uno de investigación, se cierra el de investigación. Lo que no se puede entender es que en la prioridad no se cierren tras cosas. No se cierren Diputaciones, Senado, corresponsalías en mil sitios en todas las televisiones autonómicas. Si la única decisión posible fuera o centro el centro de salud o el laboratorio yo lo tengo claro. Pero no me creo que se tenga que llegar a esa tesitura. Hay más opciones.
Si un investigador se queja de tener que salir fuera, no es un investigador
P. ¿Está funcionando la colaboración público-privada?
R. Comparado con lo que había hace cinco años cada vez es mayor. Es una de las opciones, pero no se puede basar ahí la sostenibilidad del sistema.
P. ¿Y la investigación solo sostenida con fondos públicos puede ser rentable?
R. Sí, si tienes un sistema que te permite colaboraciones con entidades privadas. Se puede llegar a acuerdos. Si, por ejemplo, todos los grupos investigación del Cabimer tuvieran un 25% de financiación privada, te sale ya la cuenta de la sostenibilidad.
P. Una de las claves de la utilidad de la investigación es que pueda pasar a la aplicación clínica. ¿Eso se está haciendo bien?
R. En los últimos siete años hay una cosa en investigación biomédica que el profesional andaluz tiene clara: si haces investigación orientada a responder a preguntas que están abiertas hay más posibilidad de tener financiación. Eso orienta a los grupos. No significa que una investigación básica no se deba financiar, pero tiene que ser investigación básica de excelencia. Lo que no puede haber es investigación mediocre.
P. ¿Cuáles van a ser las preguntas que van a centrar el interés de los investigadores en los próximos años?
R. Todas las ligadas al envejecimiento. Lo que no sé es si cuando resolvamos alguna aparecerán otras. Estamos poniendo al ser humano en un contexto en el que antes no estuvo.
P. ¿Se está cerca de una solución para el Alzheimer?
R. Cada vez más cerca Y de forma personalizada. El problema es que ese tipo de respuesta sea sostenible desde el punto de vista económico. Su tú puedes hacer una medicina personalizada pero el coste es brutal, ¿quién lo va a hacer? Habrá que buscar formas de abaratar esos costes.
P. ¿Está consolidada la venta de los hallazgos o es una de las vías que hay que explorar?
R. Hay muy poco tejido industrial y falta una cultura de capital riesgo en ese sentido. En otros países la gente pone dinero para eso, pero aquí culturalmente tenemos un retraso de muchos años, respecto a la percepción de cómo funciona la ciencia, por ejemplo. En el Reino Unido tienen una historia de 350 años de ciencia.
P. ¿Se está trabajando para corregirlo?
R. Creo que no. Es más, se está antitrabajando. En Andalucía tenemos que asistir en euros desde fondos públicos a una juventud que hace seis o siete años que decidió dejar de estudiar y se fue a la construcción, aunque su entorno económico le permitía seguir estudiando. Pero quería ganar 4.000 euros al mes y dar vueltas con un BMW. Las acciones individuales deben ser responsabilidad de cada uno. Ahora tenemos que asistir a esa juventud en vez de poder promocionar a los que hace seis o siete años decidieron seguir formándose, con un coste de esfuerzo personal y económico, porque no se gana lo mismo en formación que si ya estás ejerciendo. ¿Y qué mensaje se le está trasladando a la juventud? No es un problema económico, sino de valores.
P. Usted ha trabajado en Oriente Próximo o en EE UU. Ha dicho alguna vez que la ciencia es una herramienta muy útil para solucionar conflictos internacionales. ¿En qué se basa?
R. Los científicos usamos siempre un lenguaje universal. En general, todos los científicos hemos vivido en distintos países, hemos estado en contacto con muchas culturas y, además, nos enfrentamos a los problemas de una forma muy racional. Eso ayuda mucho a la resolución de conflictos internacionales. Porque muchas veces hay conflictos internacionales que si se analizan de forma fría se pueden resolver Los acuerdos de Oslo comenzaron por un acercamiento académico. Las relaciones entre científico son las últimas que se rompen en cualquier conflicto. Cuando todas las relaciones diplomáticas han cesado e incluso hay enfrentamiento armado el único nexo de unión entre dos poblaciones es el científico y eso ayuda mucho. Durante la Guerra Fría nunca hubo un cese de relación científica entre la URSS y Estados Unidos.
P. ¿Y políticamente eso se aprovecha?
R. Sí, se ha hecho, eso es lo interesante. Los tratados de no nuclearización de Latinoamérica, se consiguieron gracias a la comunidad científica de Chile, Brasil y Argentina, que trabajo de forma conjunta para que no hubiera una carrera nuclear.

Los cerebros españoles están ahora fuera o no tienen otra opción inmediata que irse

Extraído de Diario de Burgos.
En la cima. Este burgalés nacido en 1968, toda una eminencia en el campo de la Nanociencia, será nombrado este año catedrático de la Universidad de Florida, la segunda más grande de Estados Unidos.
En abril cumplirá diez años en Estados Unidos. Salió de España sin un plan sólido ni indefinido. En su caso, para cumplir con la obligación académica de dos años postdoctorales en el extranjero. No regresó, excepto para vender la casa que había compado sobre plano. No se arrepiente, porque le ha ido muy bien. Tras los dos años de investigación en la NYU (New York University) aceptó una posición de profesor en la Universidad de Orlando (UCF), la segunda universidad pública más grande del país, donde sigue ejerciendo y de la que, este año, se convertirá en catedrático. «Profesionalmente no puedo pedir más», admite Enrique del Barco, burgalés nacido en 1968 y una de las más grandes eminencias científicas en el campo de la revolucionaria nanociencia, la disciplina de lo pequeño. Casado y con dos hijos, es el máximo responsable de dos laboratorios «muy competitivos» y de un grupo humano «excepcional que los hace funcionar a las mil maravillas».
¿Cómo está viviendo la actual situación de crisis de España?
Si he de ser honesto, cada vez me cabreo menos. España y sus quehaceres empiezan a difuminarse paulatinamente en mi retina. Son muchos años fuera y, aunque todavía lo vivo y sufro por mi familia, ya no me afecta tanto. Además, en EEUU hemos pasado por lo mismo exactamente, con dos años de adelanto, así que estoy curado de espanto. De todas formas, no deja de sorprenderme el nivel de estupidez al que nuestra sociedad puede llegar.
¿En qué sentido?
Me refiero a lo fácil que les resulta a nuestros políticos manipular la opinión colectiva, para polarizarla y despistarla en discusiones estériles que poco o nada tienen que ver con la problemática en la que las sociedades modernas se encuentran en estos momentos. De la forma más misteriosa, nos encontramos imbuidos en un pensamiento de encefalograma plano bajo el que la única solución loable parece ser que los engranajes económicos continúen sanos y salvos. Opiniones divergentes son rápidamente tachadas de inútiles e infantiles. Si la economía no funciona… el resto es secundario. Pues mil perdones pero yo no trago. No podemos poner la sociedad al servicio de la economía. Nuestro sistema económico tiene que servir a las personas, y si no lo hace, lo tenemos que cambiar. Pero eso no ocurre.
¡Al contrario!
Exacto. Se intenta mantener el libre mercado como se conoce y se toman las medidas que sean necesarias para lograr ese objetivo. Aunque asfixien la individualidad.
Tal y como yo lo veo es simple. El libre mercado, en su acepción más abierta posible, que es la que los gobiernos de casi todo el mundo han apoyado continuamente durante las últimas décadas, ha transformado una sociedad artesanal en una empresa gobernada por un puñado de grandes corporaciones. Sin quererlo, los gobiernos tienen que diseñar políticas que hagan viable la operatividad de este sistema. Desafortunadamente, el libre mercado se rige a corto plazo, así que las políticas a largo plazo tienden a desaparecer. Pongo dos ejemplos que me tocan de cerca: la educación y la investigación. Son inversiones políticas a largo plazo que no dan beneficios económicos inmediatos. Y a los políticos, que viven en plazos de cuatro años, no les aprieta.
Que es lo que ha sucedido aquí...
En España no les ha temblado la mano a la hora de recortar el presupuesto de investigación de cuajo. Tengo ahora un estudiante de la Universidad de Barcelona en mi grupo que ha venido con una beca de tres meses y que parece que puede no llegar a cobrar nunca. Es absolutamente ridículo, ya que él ya está aquí y ha tenido gastos importantes. Me cuesta imaginar el mismo nivel de recorte en otras partidas presupuestarias. Pero la culpa es nuestra, ya que no exigimos responsabilidad. Nos mantienen ocupados en determinar si Garzón es bueno o malo.
Estados Unidos tampoco ha esquivado la crisis y Obama está siendo muy hostigado. ¿Cuál es la situación allí?
Lo de los States es lo mismo pero escrito en renglones torcidos. Aquí Obama lleva más de un año intentando pasar programas para paliar el efecto de la crisis en las familias, pero se los tumban todos en el congreso, donde perdió la mayoría a medio mandato, porque propone subir los impuestos a las grandes fortunas para sufragar el gasto extra.
¿Y no hay protestas?
¡Que va! Aquí lo que ahora importa es saber si Santorum es más americano que Romney, porque tenemos que defendernos del fundamentalismo iraní… Y mientras tanto, leña al mono que es de goma (y negro). De verdad, es de chiste.
Pero no es lo mismo la crisis allí que aquí...
EEUU encaja mejor los golpes. Es decir, tiene una economía más flexible. Por ejemplo, aquí también hubo burbuja inmobiliaria. Pero en cuanto golpeó la crisis el precio de la vivienda se ajustó rapidísimamente, volviendo a valores pre-burbuja en menos de un año. En España esto no ha ocurrido todavía, ya que siguen excesivamente altos. Si el rápido ajuste está empezando a dar resultados en EEUU ahora (dos años después), con una perceptible recuperación de ventas, imagina cuánto tardará en España. Ahora veo que el nuevo gobierno quiere acelerar el ajuste de precios en España. Cómo no, lo hacen ayudando a la banca a deshacerse de su parquet inmobiliario embargado (igual que ha hecho Obama, no creas que hay muchas diferencias entre partidos en este aspecto). Es decir, no se trata de ayudar a la sociedad, en todo caso sería un beneficio colateral resultante de ayudar a las grandes corporaciones. Me pregunto por qué no todo el resto de propietarios de viviendas a la venta del país sale a la calle exigiendo las mismas ayudas.
Viendo ahora lo que se nos ha venido encima, tendrá claro que acertó yéndose...
Hace un par de años me quisieron llevar a Madrid. Al Instituto de Nanociencia de IMDEA. De nueva creación y dirigido por un científico visionario y de alto reconocimiento internacional, está diseñado para corregir algunos de los problemas del sistema investigador español, circunscrito casi en exclusiva a la universidad (dejo al CSIC y su propia problemática aparte), y competir con las mismas armas que americanos, algunos centros ingleses y las potencias en investigación emergentes en Asia (el futuro, sin duda). Me ofrecían las mejores condiciones imaginables para los estándares españoles y aún así no pueden llegar ni al 50% de mis condiciones contractuales actuales. Con el recorte presupuestario actual, seguramente me estaría arrepintiendo ahora mismo si hubiera aceptado la oferta.
Ahora se está hablando más que nunca de fuga de cerebros por los brutales recortes, españoles que se marchan a Estados Unidos o Alemania... ¿De qué manera le afecta a un país esta circunstancia?
En mi opinión, de la peor manera posible. Creo que si en algo coincidimos en España es que nuestros puntos fuertes en economía (los servicios y el turismo) son a su vez nuestros puntos débiles, porque denotan una carencia alarmante en poder industrial y de innovación tecnológica.
¿Y qué habría que hacer para invertir la situación?
Desafortunadamente, no hay receta rápida para solventar este problema. No hay política de cuatro años que salga rentable para el busca-votos de turno. Requiere de una concienciación colectiva y una determinación para invertir un esfuerzo tenaz y sostenido en educación, formación, investigación y desarrollo. Sólo así, y a largo plazo, obtendremos los beneficios deseados por una sociedad moderna, sana y competitiva, con trabajadores cualificados y bien remunerados. En cambio, ¿qué hacemos en cuanto llega una crisis? Recortar justo donde más les dolerá a nuestros nietos.
La fuga de cerebros es entonces una consecuencia más...
Claro. Nuestros jóvenes salen de la universidad española con una formación académica formidable, pero su evolución se corta en seco una vez terminada la licenciatura. Es decir, no hay empresas que inviertan en desarrollo, así que no hay posibilidad para que los estudiantes extiendan su formación. La única posibilidad es salir y terminar de formarse en otros países. Claro, actualmente ni la estructura empresarial española ni la universidad u otros centros de investigación son capaces de absorber tanta gente tan cualificada. La disyuntiva es mayúscula y la única solución viable es quedarse fuera. Eso es la fatal consecuencia de la fuga de cerebros. Los mejores producirán para otros países. Pero cuidado, que hasta en la propia universidad escuece que se hable tanto de fuga de cerebros.
¿Por qué?
 Molesta porque da a entender que los que están aquí son los malos. Mi director de tesis en Barcelona hizo una encuesta entre una multitud de científicos en el mundo preguntando dónde se encontraba ejerciendo el científico español más reconocido en los respectivos campos de investigación, y la conclusión es que la mayoría se encontraban en España. Quería dar a entender que los verdaderos cerebros no estaban fuera. Yo quiero mucho a mi exdirector, pero creo que yerra el punto principal. El problema es que los futuros cerebros españoles están ahora fuera o no tienen otra posibilidad inmediata que irse. En unos años, si los queremos de vuelta, nos costará mucho. ¿Nos quedamos con los brazos cruzados y dejamos que nuestros hijos se encarguen de arreglarlo? Seguramente, la solución sea mucho más barata y efectiva si la empezamos a implementar ahora.
En este sentido, ¿ve el futuro todavía más negro para España?
Sí. Si esto sigue así, lo veo muy oscuro. El futuro será exclusivamente asiático. Son los únicos que están haciendo los deberes en este aspecto. Países como Singapur liderarán la economía del futuro, ya que serán los dueños de la tecnología que ha de venir. Nuestra dependencia de la tecnología es importantísima en la actualidad. Es indiscutible que nuestra sociedad se volverá absolutamente tecno-dependiente y en un futuro no tan lejano. Mira, la primacía económica estadounidense se debe en gran medida (yo diría que casi exclusivamente, aunque el carácter emprendedor americano también cuenta) a la fortísima inversión en investigación básica que se implementó durante la primera mitad del siglo XX. Ahora parece que empieza a cojear. Y encontrará su declive en un futuro no muy lejano, ya que los recortes presupuestarios de los últimos gobiernos están dinamitando esta empresa en favor de sus competidores asiáticos. En Asia no andan con chiquitas. Tienen muy claro que su futuro pasa por el esfuerzo de inversión en desarrollo que hagan ahora.
¿Confía en que en España puedan cambiar las cosas?
Sí. Hay algo en nuestro carácter que nos hace creativos. Simplemente tenemos que flexibilizar nuestras mentes, educarnos y exigir a nuestros gobernantes responsabilidad. Es decir, que dejen de tocar la gaita y se enfoquen en diseñar políticas consensuadas y de acción a largo plazo. Pero, repito, necesitamos educarnos. Simplemente para que no sean capaces de despistarnos.
¿Qué lugar ocupa España en el ámbito científico y cuál podía haber ocupado de haber tenido antes de la crisis (y haber mantenido ahora a pesar de ésta) una política de apoyo a la investigación mayor?
La respuesta que le doy a esta pregunta va variando a medida que pasa el tiempo. Cuando me fui estaba convencido de que España pintaba menos que una mona en el ámbito científico internacional. Luego, con el tiempo, y a medida que he ido relacionándome con científicos de todo el mundo, incluyendo a muchos de España que antes no conocía, empiezo a verlo de otra manera. No voy a decir ahora que España juega un papel predominante en la ciencia mundial. Sería ridículo. Pero es que no tiene por qué ser así. No tenemos que olvidar que somos un país pequeño y que nuestro objetivo tiene que ser complementario. Debemos ser otra pieza del puzle científico, de peso proporcional a nuestros recursos humanos.
¿Cumplimos con ese papel?
Desafortunadamente, todavía no. Pero tenemos el potencial ilimitado que nuestra creatividad nos ofrece. Sólo necesitamos potenciarlo. Y la única manera de hacerlo es invirtiendo muchos euros y demostrando un apoyo institucional incuestionable a todo esfuerzo en educación, formación, investigación y desarrollo. Necesitamos que la sociedad crea en la ciencia. Que los profesores sean respetados. Necesitamos que los niños quieran ser científicos, ingenieros, soñadores... Actualmente, España no dedica suficiente dinero a la investigación, así que no pueden formarse nuevos grupos científicos de manera continuada que compitan con otros de países en los que sí se invierte. Pero eso no quiere decir que los equipos de investigación ya formados en España no sean competitivos. De hecho, lo son. Y muchos de ellos altamente reconocidos. El problema es que hay pocos. Especialmente grupos experimentales, ya que los teóricos requieren mucha menos financiación. Escribo estas líneas durante mi vuelo de regreso de Boston, donde se está celebrando la conferencia anual de la Sociedad Americana de Física (APS, sus siglas en inglés). La más importante del mundo, que congrega a casi diez mil físicos de todos los rincones del mundo. Muchos son españoles…
¿Cómo van sus proyectos?
Estoy metido en muchas cosas, aunque no todas relacionadas con la investigación. Por ejemplo, estoy organizando una conferencia internacional de magnetismo molecular que celebramos en Orlando en Octubre este año. Espero alrededor de 500 personas. Es laborioso y me quita mucho tiempo de investigación, pero es muy gratificante, ya que tengo que entablar relación con muchos grupos de investigación en todo el mundo y encargarme de la preparación del evento, lo que conlleva interacción con gente interesante ajena a la ciencia (no todo es ciencia en este mundo:-). La investigación va bastante fluida. Mis guerreros atacan en varios frentes que tenemos abiertos en nanociencia y nanotecnología. Siempre en torno a un objetivo central: entender el funcionamiento básico de sistemas magnéticos nanoscopicos y su posible utilización en tecnologías emergentes (computación cuántica, espintrónica, nanoelectrónica…), que quizás cambien la manera en que funcionamos a largo plazo. ¿Quién sabe? Ahora estamos empeñados en demostrar una nueva técnica de microscopía que facilitaría por primera vez el estudio del transporte eléctrico a través de moléculas o nano-particulas depositadas en unos chips especiales a la vez que se controlan sus niveles de energía cuánticos con un campo eléctrico local.
Suena muy sofisticado...
Lo sé... Digamos queofrecería un arma muy potente para el estudio de sistemas nanoscópicos a nivel individual y para la determinación de su potencial para uso en nanotecnología. Esperamos resultados pronto. Por cierto, es parte de una colaboración internacional de tres grupos en EEUU y tres en España (Madrid, Zaragoza y Valencia). Yo organizo todo el tinglado, y si nos conceden la financiación, me paso un año sabático en España. Pero ojo al dato triste. Nosotros pedimos dos millones de dólares a la Fundación Nacional de Ciencia Americana (NSF). Los fondos españoles están limitados a cien mil euros. Juzguen ustedes, sus señorías…
¿Se han producido muchos avances en esta ciencia?
Pues incontables, y en todos los frentes. Todavía a nivel muy fundamental, por lo que son invisibles para la mayoría de la gente. Pero no tardarán en dar resultados con gran impacto en la sociedad. Desde medicina, donde la nanotecnología se encargará de suministrar drogas sólo donde se necesitan y diagnosticar enfermedades con mayor exactitud, como en tantas otras disciplinas (nanobiología, materiales, información y computación…).
¿Volverá pronto a Burgos?
No quiero aburrir a mis queridos burgaleses, que al final van a contentarse por no tenerme más cerca. Prometo dejarme caer por ahí pronto. Además, me han incluido en el grupo de Facebook de mi quinta de Jesuitas (los nacidos en el 68). Me ha hecho mucha ilusión ver fotos de aquellos pequeños crápulas en blanco y negro (yo soy el tercero por la derecha en la foto). Nos recuerdo comiendo panceta con pan a la hoguera tras cortar leña en pantalón ultra-corto en la Tecla. Un beso, Yela, Quintana, Fernando, David, Nacho, Movilla, Tomás… Qué tiempos!
 

Todo por la ciencia (pero en precario)

 Extraído de El Pais
Alba González, de 26 años, prepara una tesis doctoral en el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia sobre la encefalopatía hepática (una enfermedad neurológica). Percibe una beca de 980 euros que apenas le permite llegar a final de mes.
La crisis ha ahondado los problemas de precariedad que tradicionalmente han acompañado a los investigadores españoles. Las ayudas, que nunca han sido generosas, se retrasan, se recortan o se suspenden. La posibilidad de consolidar una carrera investigadora es cada vez más remota. Y no parece que la recién estrenada Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, aprobada en mayo de 2011, pueda revertir la situación. La norma nació con un claro objetivo que recoge desde su primer artículo: “Fomentar la investigación científica y técnica” como factor esencial para impulsar la competitividad y la sociedad basada en el conocimiento, creando “un entorno económico, social, cultural e institucional favorable al conocimiento y a la innovación”.
Sin embargo, las principales asociaciones de investigadores sostienen que todo son obstáculos para alcanzar la ansiada nueva sociedad del conocimiento que debería sentar las bases del desarrollo futuro de España. Primero fue la desaparición del Ministerio de Ciencia y Tecnología. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, degradó el departamento y lo convirtió en la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, enmarcada en el Ministerio de Economía y Competitividad. Luego llegó el anuncio a principios de legislatura de un recorte de 600 millones de euros que, según los últimos datos del Ministerio, serán 742 millones (531 en subvenciones y 211 en préstamos). Ello supone un recorte del 8,65% respecto a 2011.
Esta medida “será una bomba letal para el sistema de I+D+i en España”. Puede dañar “a corto y a largo plazo el ya muy debilitado sistema de investigación español y contribuiría a su colapso”. Con este dramatismo se manifestaron la Confederación de Sociedades Científicas de España, la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI)-Precarios y la Plataforma Investigación Digna, en una carta abierta dirigida al presidente del Gobierno que cuenta ya con más de 36.000 adhesiones (23.000 científicos de 80 países, entre ellos seis premios Nobel).
Antes de que se anunciara esta poda al tejido científico español, la situación de partida ya era delicada. La inversión en I+D+i ya había ido sufriendo recortes en los últimos años: un 4,2% en 2010 y un 7,3% en 2011. El ajuste del 8,65% previsto inicialmente para este año supone, pues, una clara progresión ascendente en los recortes. Con estas cifras, no parece fácil que España abandone el mediocre 18º lugar (de 27) que ocupa en la clasificación de innovación en los países de la Unión Europea (con datos de 2010).
Tanto las entidades que agrupan a los investigadores como las sociedades científicas se están movilizando para advertir de las trágicas consecuencias que tendrán los recortes después del desarrollo que ha tenido la ciencia en los últimos decenios. La Real Sociedad Española de Física advertía recientemente: “Un retroceso en la investigación no podrá compensarse después con años de fuerte inversión cuando la situación económica mejore”. “La pérdida sostenida de jóvenes investigadores requerirá muchos, demasiados años para subsanarse”, añadía.
La oferta de plazas públicas nuevas en centros de investigación ha caído en picado. De 681 convocadas en 2007 para todos los niveles investigadores se ha pasado a 55 en 2011. “La situación es insostenible. El conjunto de todos los organismos públicos de investigación agrupa a 140 centros con [investigadores de] una edad media de más de 50 años”, denuncian las entidades en su escrito. La renovación generacional está en punto muerto.
Respecto a las becas (ahora contratos), la situación no es mucho mejor. Nunca ha estado bien pagado comenzar a dedicarse a la investigación en España. El caso de Alba González y sus 980 euros de beca de formación de personal investigador (FPI) del Ministerio de Economía y Competitividad (antes Ciencia) es el habitual. Pero se puede considerar afortunada, dado el recorte de ayudas existente.
Algunos de los casos más sonados en la suspensión de becas han sido los sucedidos en prestigiosos centros como el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo o el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF), que interrumpieron a mitad de tesis las ayudas doctorales de investigadores jóvenes dejándolos con los trabajos a medias. En este caso se trataba de ayudas financiadas por las comunidades autónomas.
Beatriz Pérez, de 28 años, es una de las afectadas del CIPF. “En un primer momento me negaron el acceso al centro, pero tras el cambio de director, pude volver a entrar”. Ello supone que podrá realizar los experimentos que le han solicitado de una revista científica para publicar sus trabajos y retomar su tesis, centrada en el papel de una proteína en el desarrollo de linfomas, un tipo de tumor. Pero sin cobrar. “Trabajo gratis, la única forma que tengo de acabar el doctorado”.
En Murcia, la Fundación Séneca, la agencia regional de ciencia y tecnología, pasó de convocar 49 becas predoctorales y 18 posdoctorales en 2009 a 18 y 16 en 2010, respectivamente. Las de 2011 aún no han salido.
Los casos de Valencia y de Castilla-La Mancha, pero también otros episodios como la eliminación del Ministerio de Ciencia o los recortes presupuestarios, han traspasado las fronteras españolas y han merecido la atención de algunas de las más reputadas revistas científicas, como Nature y Science.
En los artículos que las publicaciones han dedicado al tema, también se han reflejado otras de las trabas denunciadas repetidamente por las asociaciones de investigadores: el retraso y los problemas burocráticos tanto en el cobro y adjudicación de las becas como en las ayudas para las estancias temporales en el extranjero, uno de los puntales del intercambio de conocimiento en ciencia.
Las becas más prestigiosas (y con mayor demanda), las de formación de profesorado universitario (FPU) que concede el Ministerio de Educación, tampoco se han visto libres de problemas.
“La norma es comenzar a trabajar durante los primeros meses sin cobrar”, relata Ester Artells, de FJI-Precarios. “Lo normal es acabar el curso antes del verano y entrar en el laboratorio en septiembre”, pero hasta enero —en el mejor de los casos, este año aún no se han convocado— no salen las ofertas de plazas, y no se resuelven hasta bien entrado el año. En Francia, “en julio ya sabes si tienes beca, en septiembre firmas el contrato y en octubre ya está cobrando”, indica Artells.
Consuelo Rubio Guerri, de 24 años, lleva año y medio en su tesis y aún no ha comenzado a cobrar su FPU. A Rubio no le ha valido de nada ser premio extraordinario de carrera en Veterinaria (fue la segunda de su promoción), que cursó en la Universidad Complutense de Madrid. “Vivo con un préstamo de 500 euros mensuales [que espera devolver en cuanto empiece a recibir las ayudas] y he ido tirando con ayudas puntuales de mi director de tesis y de mis padres, aunque trato de evitarlo”, explica. “En los momentos peores he echado el currículo en Mercadona y Zara para trabajar media jornada y sacar algo de dinero”.
Esta joven investigadora sabía lo que es dedicarse a la ciencia. Es hija de Consuelo Guerri, jefa del Laboratorio de Patología Celular del CIPF, que se hizo famosa el año pasado por destinar los 25.000 euros de un premio que reconocía su trayectoria a contratar becarios (en la práctica, becario), en un momento en el que su centro de trabajo afrontaba un expediente de regulación de empleo que acabó con la mitad de sus trabajadores.
Rubio Guerri entró en septiembre de 2010 en el Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Complutense para realizar una tesis sobre virología de los delfines. “La oferta de becas de formación de profesorado universitario (PFU) de 2010 salió en enero de 2011. En febrero presenté los papeles y en la primera lista preliminar, de octubre, no salí”. Hubo un error y 150 personas (hay 950 becas anuales) quedaron fuera. El proceso, que ya iba retrasado, aún se postergó más. En noviembre del año pasado se subsanaron los errores. Consuelo Rubio ya aparecía entre los seleccionados, pero aún tardaría en comenzar a cobrar. De hecho, aún no ha recibido ni un euro. “Desde el ministerio nos comentan que tendremos que esperar a abril”. Justo el mes en el que se le acaba el préstamo. Desde la convocatoria de 2010 no ha salido ninguna más. La próxima, que se debe publicar y gestionar en 2012, se ha retrasado por el cambio de Gobierno y problemas de gestión presupuestaria, indican fuentes del Ministerio de Educación, que sostienen que estas ayudas no se reducirán.
Otro motivo de incertidumbre entre los jóvenes investigadores tiene que ver con las ayudas para estancias de formación en centros de investigación extranjeros (entre tres y seis meses). Hasta esta semana no las ha anunciado el Ministerio de Economía. "Los que las pidieron para los primeros meses no las han podido disfrutar" , explica Alba González. Ella comienza en abril una estancia en el departamento de psiquiatría experimental de la Universidad de Cambridge.
Tampoco funcionan adecuadamente las siguientes ruedas del engranaje de la incorporación de los investigadores: los contratos posdoctorales Ramón y Cajal (2.257 euros mensuales). Se crearon en 2001 para dar opción de estabilidad a los investigadores con experiencia e incorporar jóvenes científicos al sistema español de I+D+i. Un 90% de los investigadores que participaron en la primera convocatoria logró establecerse permanentemente en España. Solo un 37% lo logró en la convocatoria (de 2006), que concluía en 2011. Son 250 y todo apunta a que este año se reducirán.
En este escenario de precariedad se suceden las ideas para buscar fondos que apoyen a la investigación. Una de ellas consiste en incluir en la declaración de la renta una casilla para destinar el 0,7% del IRPF a la ciencia. Tiene más de 291.000 apoyos en Internet. Más allá de parches, el futuro de buena parte de los investigadores españoles pasa por el extranjero. A Ester Artells le ha ido bien. “A los 10 días de llegar a Marsella ya estaba trabajando, y pude elegir entre tres ofertas”. Tiene un contrato posdoctoral y trabaja en los laboratorios del Instituto Mediterráneo de Biodiversidad y Ecología Marina y Continental y en el Centro Europeo de Investigación y Enseñanza de Geociencias Ambientales. “Mi madre tenía razón. Me dijo ‘estudia y llegarás lejos’. De momento, ya he llegado a Francia”, apunta divertida.

viernes, 16 de marzo de 2012

Sobre el futuro de la Investigación

En las próximas semanas el Gobierno aprobará los presupuestos Generales del Estado, de los cuales depende la inversión en Investigación, Desarrollo e Innovación. Como estudiantes de Biología y Ciencias Ambientales, nos preocupa la falta de expectativas en lo que a nuestro futuro como investigadores se refiere. Nos sorprende la gestión de la crisis económica que se está realizando, optando por desechar todo el capital humano en cuya formación ha invertido toda la sociedad. Tal y como propugna la Ley de Ciencia  “El modelo productivo español (...) se ha agotado, con lo que es necesario impulsar un cambio a través de la apuesta por la investigación y la innovación como medios para conseguir una economía basada en el conocimiento que permita garantizar un crecimiento más equilibrado, diversificado y sostenible” [1].
Ciertas organizaciones de Investigadores ya están denunciando la situación catastrófica a la que se están precipitando las Instituciones de Investigación Públicas. Nos hacemos eco de sus denuncias con el objeto de difundirlas y transmitir a las estudiantes  la realidad que les espera, de forma que podamos canalizar las luchas en defensa de nuestro futuro:

Capital Humano en I+D. Medidas urgentes.

“Los últimos años, la Oferta Pública de Empleo ha castigado duramente a las Instituciones Públicas de Investigación, que han sufrido una drástica reducción en el número de nuevas plazas El caso del CSIC es ilustrativo. Las 250 nuevas plazas de Científico Titular del año 2007 se redujeron drásticamente a 26 y 30 en los años 2010 y 2011 respectivamente. Es ilusorio esperar que el CSIC pueda alcanzar los objetivos marcados en su Plan de Actuación (2010-2014), para lo cual este informe estableció que se hubieran necesitado incorporar al menos 130 y 150 nuevos científicos titulares durante el 2010 y 2011. Para el 2012, el Plan de Actuación del CSIC requiere 175 nuevas incorporaciones. Pero si se aplica la ya anunciada tasa de reposición cero, no se incorporará ningún científico titular nuevo. De nada sirve la elaboración de planes estratégicos. La situación en otras instituciones de investigación es similar: la parte de su capital humano con posibilidad de liderazgo está reduciéndose y envejeciendo, y el resto, incluyendo los jóvenes más prometedores, se está precarizando. El resultado es una importante pérdida de competitividad.
-   Una tasa de reposición cero en investigación es incompatible con un cambio en el modelo productivo a uno basado en el conocimiento.
-   Es indispensable activar el empleo público en I+D para fortalecer las instituciones de investigación.
Por lo tanto:
- Las subvenciones a proyectos han de priorizar la contratación.
- Cualquier recorte en el Plan Nacional de I+D+i supone una pérdida directa de puestos de trabajo cualificados.
- Es urgente que las convocatorias públicas de ayudas individuales y asociadas dirigidas a investigadores se aprueben cuanto antes para apoyar la ejecución de proyectos y atraer capital humano de talento.
- El mantenimiento de los programas destinados a investigadores jóvenes (como el Juan de la Cierva y Ramón y Cajal), con al menos la misma dotación que en años anteriores, son fundamentales para que la carrera científica no quede desestructurada.

Las características de la labor de investigación exigen décadas para la formación de un capital humano de calidad. España no alberga un tejido industrial que pueda absorber y aprovechar a este personal altamente cualificado. Si no se toman estas medidas urgentes este capital humano que tanto ha costado formar no va a tener otro remedio que emigrar o dejar la investigación. El país se enfrenta a una “fuga de cerebros” multi-generacional (desde los investigadores más jóvenes hasta los de 40-45 años). Una fuga que acarreará una irremediable pérdida de inversión, innovación, inspiración y credibilidad” [2].

Inversión en I+D

“En los 27 países de la UE, la media de la inversión en I+D es un 2% del PIB, mientras que en España es un 1.39%, del cual el 11,5% fue de carácter militar en 2011 [3]. Es imprescindible converger con Europa y acercarse al objetivo del Consejo. Es también crítico que esta inversión se mantenga a un nivel estable, de lo contrario perderá efectividad y credibilidad (...):
- La inversión en I+D con relación al PIB ha de converger con la de la UE y aproximarse al objetivo del 3%.
- La inversión en I+D ha de ser estable e independiente de vaivenes políticos y ciclos económicos.
Un presupuesto suficiente y estable tiene que ir acompañado de una Política de Estado en I+D que potencie la formación grupos de investigación de calidad, la realización de proyectos de investigación de interés nacional y favorezca la transferencia tecnológica de resultados científicos con proyección industrial” [2].

Estructuración de la carrera científica: “tenure-track”

“Un “tenure-track” es un contrato temporal de unos cinco años de duración que está sometido a una o varias evaluaciones que de ser superadas conlleva a la estabilización automática de los investigadores. Esta estabilización depende exclusivamente de su excelencia científica (y docente en su caso). Difiere de forma fundamental del programa Ramón y Cajal porque en este último la estabilización de los investigadores no depende de la superación de evaluaciones, sino que está supeditada a la aprobación anual de la Oferta Pública de Empleo. En el sistema “tenure-track”, la planificación de recursos humanos se hace a la entrada, garantizando la existencia de un puesto de trabajo estable si se fuera a superar el periodo de prueba. Sin embargo, en nuestro sistema actual, la planificación de recursos humanos no se hace hasta la finalización del periodo de prueba. Y cuando los compromisos adquiridos hace 5 años no se corresponden con la oferta actual, se crean cuellos de botella que aparecen periódicamente y que estamos padeciendo en el momento actual.
- Resulta perentorio que en la reglamentación de la Ley de la Ciencia se establezca un “tenure-track” y que la Oferta Pública de Empleo permita una planificación de recursos humanos en I+D que lo haga viable.
- Es necesario flexibilizar la contratación de investigadores internacionales no comunitarios en puestos estables” [2].

Por otro lado, también queremos denunciar la situación de muchas jóvenes investigadoras en el marco de las becas de investigación. “El encubrimiento de puestos de trabajo mediante becas es una práctica que en nuestro país se originó en el ámbito universitario durante los años 80. Actualmente se ha extendido por todos los sectores (empresas, administración pública e investigación). Desde entonces, las becas son frecuentemente usadas como una fórmula de inserción laboral para recién titulados. Son decenas de miles los casos de titulados que trabajan sin contrato en empresas, administraciones públicas, universidades y centros de investigación bajo el disfraz de estancia formativa remunerada a través de una beca.” [4]

Por último, recalcar que la Reforma Laboral también determinará en gran medida la contratación y los derechos laborales de los empleados públicos, incluidos los investigadores y docentes. El conocimiento de dicha reforma también puede ayudarnos a afrontar nuestro futuro.

Referencias
[1]. Preámbulo de la Ley de Ciencias, BOE. 2 de junio de 2011.
[2]. Contra la fuga de cerebros multigeneracional, Plataforma por una Investigación Digna. 15 de febrero 2012. www.investigaciondigna.es.
[3]. Presupuesto en I+D militar en el Estado español para el 2011, Centre d´Estudis per a la Pau Jmdlàs. 5 de marzo de 2011. www.centredelas.org.
[4]. Prólogo de la campaña “No + Becas x Trabajo”, Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios. http://precarios.org

Para más información: http://investigacionsinfuturo.blogspot.com
Contáctanos en investigacionsinfuturo@hotmail.com
Ante la situación que se nos presenta, todas las personas implicadas (PAS, PDI y estudiantes) debemos tomar parte en la defensa de nuestro presente y futuro.
ANIMAMOS A TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE TENGAN QUE VER DE ALGUNA U OTRA MANERA CON LA INVESTIGACIÓN, A UNIRSE A LA #MAREANARANJA, LA CAMPAÑA POR EL FUTURO DE LA INVESTIGACIÓN.